A menudo consideradas erróneamente como un problema de salud menor, las varices pueden causar diversas complicaciones.
La trombosis venosa, o flebitis, se produce cuando se forma un coágulo de sangre en una vena. Si no se trata a tiempo, puede degradar la vena y su sistema valvular, que asegura el drenaje venoso, y posteriormente evolucionar hacia una enfermedad venosa postflebítica o una embolia pulmonar.
Un estudio inglés muestra incluso que el riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda de los miembros inferiores es 5,3 veces mayor cuando se tienen varices.
#1 : Agravamiento de los síntomas
Con el tiempo, el número de varices aumenta, lo que hace que los síntomas sean más frecuentes y más dolorosos. El dolor, los calambres, el hormigueo y el ardor comenzarán a aparecer si no se pone en marcha ninguna prevención o tratamiento. A esto se suma la pesadez de piernas, la hinchazón y el edema.
#2: Problemas de piel
Los problemas más importantes son los relacionados con la piel. Podemos mencionar :
- Eczema varicoso. Se trata de una formación de lesiones cutáneas, en parches o láminas, en el trayecto de las varices. Estas lesiones tienen varias características: un color entre rojizo y marrón oscuro, un tamaño variable y unos límites poco claros. En la zona afectada, la piel tiende a descamarse y a perder su elasticidad. A veces también pueden aparecer pequeñas ampollas en la piel.
- Dermatitis ocre. Se trata de una decoloración marrón de la piel, generalmente en la parte interior de las piernas o a veces alrededor de ellas. Puede aparecer después de varios años de evolución de la enfermedad venosa debido a una estasis de sangre venosa en los tobillos y las piernas.
- Úlcera varicosa. Se caracteriza por una pérdida de sustancia, formando un cráter en la piel. La herida suele supurar y no se cura debido a la mala circulación sanguínea. Un golpe, un traumatismo o el rascado intenso de una zona varicosa son suficientes para que se forme una herida. La úlcera varicosa suele aparecer en la parte inferior de la pierna, en la parte delantera, raramente en los lados.
#3: Ruptura de vena varicosa
Las varices son venas dilatadas con una pared debilitada. Las complicaciones pueden acabar rompiendo estas venas debilitadas.
- Ruptura interna: la vena varicosa se rompe debido a un efecto de cizallamiento, potencialmente causado por un esfuerzo físico
- Rotura externa: la vena varicosa puede romperse como consecuencia de un pequeño traumatismo, lo que puede provocar una hemorragia. Esta última puede ser espectacular, pero es fácil de detener mediante la compresión y la elevación del miembro inferior.
Hay que tener en cuenta que todas las varices son susceptibles de romperse. Sin embargo, las varices de las piernas son las más afectadas por este riesgo porque soportan mucha presión y pueden ser atacadas desde el exterior.
#4: El riesgo de flebitis
El riesgo de flebitis o coágulos es una complicación grave de las varices.
A medida que la variz se agrava, pueden aparecer manchas en la piel, debido al hierro en la sangre. Estas manchas pueden indicar la formación de una úlcera varicosa, una rotura o una flebitis.
La flebitis es un coágulo de sangre que se forma dentro de las venas. Existen dos tipos de flebitis
- Superficial. Esto se llama paraflebitis. Se forman en los vasos sanguíneos superficiales, pero es poco probable que causen complicaciones graves.
- Profundo. Se forman en las venas profundas importantes. Pueden complicarse y provocar la migración de coágulos sanguíneos como a las arterias pulmonares. Esto se llama embolia pulmonar.
-Lo que debe saber-
La insuficiencia venosa es una patología frecuente debida a una afección del sistema venoso que provoca una acumulación de sangre en los miembros inferiores.
Los síntomas son fácilmente identificables:
- Sensación recurrente de piernas pesadas
- Hinchazón de las pantorrillas o los tobillos
- Aparición de varices
Si no se trata, la insuficiencia venosa puede provocar complicaciones más o menos graves en la piel, pero también en el sistema venoso profundo.
Hay varias soluciones que pueden utilizarse para remediar esta afección y reducir sus síntomas:
- Un estilo de vida más saludable
- Uso de prendas de compresión
- Complementos alimenticios
- Cuidados en forma de geles frescos
