Las venas varicosas son venas cuya capacidad para transportar la sangre de vuelta al corazón, en contra de la gravedad, está reducida. Este deterioro ocasiona una acumulación de sangre en las venas; con el tiempo, las paredes de las venas pueden estirarse y aparecer visibles bajo la piel.

Las venas varicosas suelen ser sólo una parte visible del segmento dañado y de la totalidad de la insuficiencia venosa, ya que las venas más profundas bajo la piel a menudo también se ven afectadas (también se conocen como “varices ocultas”). En las venas sanas, unas pequeñas válvulas se abren y cierran completamente para impedir que la sangre fluya hacia abajo. Cuando esas válvulas dejan de cerrarse correctamente, la sangre puede fluir en ambas direcciones: este fenómeno se llama reflujo venoso, y es el que causa el deterioro de las venas.

Las venas varicosas, en su mayoría retorcidas, hinchadas y visibles, son a menudo una preocupación cosmética para la persona afectada. Sin embargo, si no causan ninguna molestia o dolor, en la mayoría de los casos no hay necesidad médica inmediata de tratarlas. Aun así, a medida que la enfermedad empeora pueden aparecer síntomas como dolor, piel irritada o dañada, y trastornos del sueño debido a las molestias. Cuando aquellos síntomas se presenten es importante consultar a un médico para discutir las opciones de tratamiento.

Las telangectasias, ¿un signo de insuficiencia venosa?

Las arañas vasculares, también conocidas como telangiectasias, aparecen con frecuencia en las piernas o en la cara. Son pequeños vasos sanguíneos de la dermis, la capa más superficial de la piel. Cuando se dilatan, pequeñas líneas rojas o azules aparecen, a menudo parecidas a una telaraña (por eso se habla de “arañas vasculares”). Las arañas vasculares no son por lo tanto lo mismo que las varices, aunque puedan ser los primeros signos de una insuficiencia venosa subyacente. En un estudio, los investigadores pudieron demostrar una asociación significativa en pacientes entre la aparición de arañas vasculares y la gravedad de sus várices. No obstante, las arañas vasculares son mucho más comunes que las varices y, por lo tanto, no todos los pacientes con arañas vasculares desarrollarán una insuficiencia venosa que requiera tratamiento.

Tratamiento de las varices y de las arañas vasculares

Las arañas vasculares no suelen ser tratadas por razones que no sean cosméticas, ya que no son un problema médico. Por lo tanto, los tratamientos no suelen ser reembolsados por los seguros. Por otra parte, las varices pueden requerir tratamiento médico cuando causan dolor o molestias y a menudo están cubiertas por las pólizas de seguro. Las opciones de tratamiento típicas para las varices incluyen métodos como la escleroterapia, la extirpación quirúrgica, o las técnicas de ablación endotérmica – el tratamiento por láser o radiofrecuencia mediante un catéter. De forma más reciente se emplea también la echotherapy, un método térmico que permite el tratamiento mediante el uso de ultrasonidos terapéuticos. A diferencia de la cirugía, o de los métodos endovenosos que requieren la inserción de un catéter con guía en la vena, la echotherapy a funciona completamente sin incisiones.

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