Los nódulos tiroideos suelen ser tumores benignos (no cancerígenos) muy comunes en la práctica clínica. Se desarrollan por una excesiva replicación de las células tiroideas. En los adultos mayores de 60 años los nódulos tiroideos se pueden encontrar en más del 50% de la población. Los nódulos que son de tamaño pequeño y están situados a cierta distancia de estructuras sensibles como la tráquea suelen ser asintomáticos (lo que significa que los pacientes no los sienten y no causan problemas de salud), puede que ni siquiera se noten. No obstante, algunos nódulos tiroideos pueden causar síntomas como la falta de aliento (ahogo) o – sólo en el caso de los nódulos calientes – el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva).
Diferentes tipos de nódulos tiroideos
Los nódulos benignos se clasifican en función de su capacidad de producir hormonas en comparación con el tejido tiroideo sano. Se diferencian en tres categorías: nódulos calientes, fríos e indiferentes (o «normales»). Los nódulos calientes son más activos que el tejido tiroideo normal y, en comparación, por lo tanto, producen más hormonas. Por otra parte, los nódulos fríos son masas de tejido sin capacidad real de producir hormonas tiroideas en comparación con el tejido tiroideo normal. Por último, los nódulos normales o indiferentes no se pueden diferenciar del tejido sano por su capacidad de producción de hormonas. La mayoría de los nódulos tiroideos son nódulos fríos (aprox. 50-85%), mientras que sólo el 10% de los nódulos son «calientes» y alrededor del 40% son indiferentes.
Síntomas de los nódulos fríos e indiferentes
Los nódulos fríos e indiferentes suelen ser asintomáticos debido a su tamaño, son lo suficientemente pequeños como para no ser vistos sin pruebas de imagen. En EE.UU. sólo entre el 4% y el 7% de la población adulta tiene bultos palpables, mientras que los bultos detectables solo con ultrasonidos estan en más del 50% de la población mayor de 60 años. No obstante, si los nódulos fríos e indiferentes crecen pueden causar molestias y síntomas problemáticos al ejercer presión sobre las estructuras sensibles del cuello. Entre los síntomas que se suelen notificar en esos casos se encuentran una sensación de compresión, cambios en la voz, así como dificultades para respirar o tragar.
Síntomas de los nódulos calientes
Debido a su mayor capacidad de producción de hormonas, los nódulos calientes pueden causar un importante desequilibrio metabólico y la desregulación de diversos procesos en el cuerpo. Mientras estos nódulos sigan siendo pequeños los efectos pueden no ser graves, sin embargo, la sobreproducción hormonal excesiva puede llevar al desarrollo del hipertiroidismo. Los síntomas del hipertiroidismo incluyen ansiedad, inquietud, temblores, agitación, sudoración, pérdida de peso inusual y aumento de la frecuencia cardíaca, entre otros. En casos extremos, los efectos de la enfermedad pueden incluso llegar a poner en peligro la vida. Especialmente entre las personas mayores que corren el riesgo de experimentar ritmos cardíacos irregulares e incluso insuficiencia cardíaca en casos de hipertiroidismo extremo y no tratado.
ContáctenosDiagnóstico y tratamiento de los diferentes tipos de nódulos tiroideos
A pesar de que la gran mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, el diagnóstico precoz es de gran importancia para clasificarlos y descartar cualquier riesgo de malignidad. Además, los instrumentos de diagnóstico ayudan a reconocer los diferentes tipos (calientes, fríos o indiferentes) a fin de decidir el tratamiento más adecuado. La gammagrafía (exploración nuclear de la tiroides) es un instrumento de uso común para clasificarlos.
Existen varias opciones de tratamiento. Mientras que la extirpación quirúrgica y el tratamiento con yodo radiactivo son todavía comunes y siguen siendo el estándar de oro para el cáncer, se dispone de métodos menos invasivos para los nódulos no cancerígenos. Entre ellos la ablación térmica mínimamente invasiva con láser, con microondas (MWA) o por radiofrecuencia (RFA), así como la echotherapy no invasiva por ultrasonidos.