Andrea

Andrea, 54 años

Lo noté primero al tragar, lo cual no pude explicar. Un poco más tarde, cuando estaba masticando, claramente sentí un nudo en mi cuello. Me hizo sentir incómodo y con él tener siempre la preocupación de si seguiría creciendo y qué significaba exactamente.
Inmediatamente fui a mi médico de familia, quien me recomendó ir un médico especialista en medicina nuclear. El resultado: afortunadamente, el bulto no era maligno y no sufría hipertiroidismo ni hipofunción. Debido a la incomodidad y al tamaño de 4,5 cm, el nódulo tenía que ser tratado en cualquier caso. El médico me recetó comprimidos, para evitar al menos que el nódulo siguiera creciendo. Lo peor fue la incertidumbre, que me acompañaba desde entonces, sin embargo, fueron los efectos secundarios de los comprimidos: sufrí dolores de cabeza, taquicardias y dolor abdominal intenso.

Por casualidad, encontré un artículo sobre echotherapy, que permite tratar los nódulos tiroideos sin cirugía. Descubrí un centro de tratamiento en Paderborn, por recomendación de mi médico, y a través de su sitio web inmediatamente solicité una consulta inicial. Dos semanas después, estaba sentado en el consultorio de medicina nuclear del Dr. Hakman, que estuvo mucho tiempo explicándome la echotherapy: una opción de terapia sin anestesia y sin cortes, que trata el tejido afectado con ultrasonidos, sin cirugía y en sesión ambulatoria. Rápidamente tomé la decisión de utilizar la echotherapy y un mes después volví a la consulta para recibir tratamiento.

Gracias a la gran experiencia de los doctores ya sabía exactamente que me esperaba con el Dr. Hakman. Por supuesto, estaba un poco nervioso. El tratamiento realmente no dolió, lo más difícil fue mantenerme quieto durante 40 minutos. Sentí un leve tirón en el área de la mandíbula y el hombro, pero después del tratamiento, todo se olvidó rápidamente. Pude salir de la consulta y de inmediato ir a trabajar. Cuatro semanas después, el bulto ya era mucho más pequeño y después de solo cuatro meses se redujo a la mitad de su tamaño original, y todo sin pastillas. No tengo más quejas y el nódulo ya no es visible. Así que puedo volver a mirarme en el espejo.

Ir arriba