La insuficiencia venosa es una enfermedad crónica generalizada de las extremidades inferiores que se caracteriza por el deterioro de las válvulas de las venas. La función de estas válvulas es sostener el flujo de sangre en contra de la gravedad, para permitir que vuelva al corazón. Si estas válvulas venosas están deterioradas y no cierran correctamente, la sangre se deja fluir parcialmente hacia abajo, lo que provoca la estagnación de sangre en las piernas. Esto causa un mayor daño a las venas y conduce a una enfermedad sintomática.

Síntomas típicos de la insuficiencia venosa crónica

La insuficiencia venosa crónica puede ser asintomática, especialmente en los primeros tiempos. Sin embargo, a medida que la enfermedad avanza pueden aparecer diversos síntomas como arañas vasculares visibles, o varices. Otros síntomas que pueden aparecer incluyen dolor, hinchazón, edemas, cambios en la piel y, en el peor de los casos, ulceraciones en las piernas.

Las varices, un síntoma visible de la insuficiencia venosa

Las varices son venas con válvulas deterioradas y, por lo tanto, tienen una capacidad reducida para transportar la sangre de vuelta al corazón. Este deterioro conduce a la acumulación de sangre en las venas y, con el tiempo, hace que las paredes de las venas se estiren y aparezcan visibles y agrandadas bajo la piel. Las varices visibles suelen ser sólo una parte del segmento dañado y del alcance total de la insuficiencia venosa.

Las varices visibles retorcidas, hinchadas y agrandadas son a menudo un motivo suficiente de preocupación estética. Sin embargo, no hay necesidad inmediata de acudir a tratamiento si no provocan más molestias. Cuando la enfermedad empeora causando síntomas más molestos (como dolor, piel irritada o dolorida y alteración del sueño debido a las molestias), es importante consultar a un médico para conocer las opciones de tratamiento.

Las telangiectasias, ¿un signo de insuficiencia venosa?

Las arañas vasculares, también conocidas como telangiectasias, aparecen a menudo en la pierna o la cara. Son pequeños vasos sanguíneos de la dermis, la capa más superficial de la piel, que al dilatarse se vuelven visibles – finas líneas rojas o azuladas. Las arañas vasculares no son, por lo tanto, lo mismo que las varices, sin embargo, pueden ser los primeros signos de una insuficiencia venosa subyacente. En un estudio, los investigadores pudieron demostrar una asociación significativa entre la presencia de arañas vasculares y la gravedad de las varices. No obstante, las telangiectasias son mucho más comunes que las varices y, por lo tanto, no todos los pacientes con telangiectasias sufren de una insuficiencia venosa que requiera tratamiento.

¿Son peligrosas las varices?

Tratamiento de las varices y las arañas vasculares

Las arañas vasculares suelen ser tratadas exclusivamente por razones estéticas, ya que no provocan más síntomas. Por lo tanto, los tratamientos no suelen ser reembolsados por los seguros. Las varices en cambio pueden requerir tratamiento médico cuando causan dolor o molestias, y su tratamiento suele estar cubierto por los seguros de salud. Entre las opciones de intervención típicas de las varices figuran la escleroterapia, la ablación quirúrgica, o los métodos de ablación endotérmica, mediante un catéter, como el tratamiento con láser o radiofrecuencia. La echotherapy permite un tratamiento sin operaciones, sin necesidad de incisiones o inyecciones de productos químicos esclerosantes, a diferencia de las demás técnicas disponibles.

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